En neumaster hacemos que el cambio de la correa de distribución le sea mas fácil y económico para que no le ocurra ningún percance por no haberla cambiado a tiempo.

La rotura de la correa de distribución es causa de una de las “averías caras” más frecuentes que deben de afrontar los propietarios de automóviles.
Controla el kilometraje y la antigüedad de la correa de distribución
¿Cada cuantos kilómetros se debe cambiar la correa de distribución?
El fabricante de tu vehículo te recomendará un kilometraje máximo que debes recorrer antes de cambiar la correa (que oscilará entre 60.000 y 160.000 km, aproximadamente). En caso de que nos movamos frecuentemente en entornos urbanos deberemos acortar este kilometraje en un 20%, ya que la correa está “funcionando” aunque el coche no recorra kilómetros (por ejemplo en atascos, semáforos, pasos de peatones, etc.
Un ejemplo claro: si el fabricante dice que hay que cambiar la correa cada 120.000 km, no es lo mismo recorrerlos en 6º velocidad a 2.000 RPM por autovía a 120 km/h que recorrerlos en ciudad a lo largo de miles de arranca-para sin pasar de 4º velocidad en trayectos cortos.
¿Cada cuantos años se debe cambiar la correa de distribución?
El fabricante del coche también recomendará un tiempo máximo de cambio de correa. En caso de no indicarlo, cada 5 años sería recomendable cambiarla o como mínimo revisarla minuciosamente y al menor síntoma de fatiga (grietas, decoloración evidente, muescas, desgastes, etc.) cambiarla. Una correa puede llegar a los 7 – 10 años con garantías, pero deberemos controlar su estado.
Conducción en condiciones exigentes: si nos movemos mucho en entorno urbano (por ejemplo taxistas, trayecto diario al trabajo, etc.) o en climas extremos (muy frío (-10ºC), muy caluroso (+30ºC), muy polvoriento, fuera de carretera, muy húmedos, etc.) deberíamos revisar o cambiar la correa cada 4 años. Si no se cumplen los 4 años, deberemos controlar también los kilómetros y rebajar un 20% la cifra recomendada por el fabricante.
Consideraciones a tener en cuenta
- Tensión de la correa: la correa de distribución debe estar correctamente tensada, por ello debemos vigilar la salud de los tensores. Si escuchamos algún ruido rítmico “que antes no se oía” cuando el coche está al ralentí o al acelerar en punto muerto con el coche parado, es posible que algún tensor esté tocado. Si no somos capaces de averiguar el origen del ruido, deberíamos llevar el motor a revisar.
- Precaución con la bomba de agua: en muchos coches modernos la bomba de agua es arrastrada también por la correa de distribución. Me he encontrado en varias ocasiones una rotura de la distribución provocada por una simple avería de la bomba de agua (gripaje, holguras, etc.). Si tu coche es así, exige siempre que te cambien la bomba de agua en cada cambio de la correa de la distribución. La bomba puede estar bien y aguantar toda la vida del coche, pero si no lo está, te arrepentirás de no haber pagado los 50 euros que cuesta una bomba nueva. Igualmente, si antes de llegar el cambio de correa observamos fugas de refrigerante, no dudemos en llevar el coche a revisar por si acaso.

Cadena de la distribución
Algunos coches en vez de una fuerte correa dentada llevan una cadena de distribución. A la hora de comprar el coche, es posible que el vendedor del concesionario te intente “vender la moto” diciendo que la cadena es indestructible, etc. Algunos fabricantes preconizan periodos de cambio de más de 200.000 km.
Es cierto que la cadena tiene sus ventajas, sobre todo en términos de fiabilidad, pero tampoco debemos olvidarnos de ella, ya que los tensores están sometidos a mucho más esfuerzo y desgaste, necesitando vigilancia. Además, pese a que la cadena apenas se desgaste, con el uso puede ir “estirándose”, lo que hace que pierda tensión y se vuelva más ruidosa, pudiendo provocar una avería. Esto ocurre con mayor frecuencia sobre todo cuando el conductor es aficionado a llevar el motor alto de vueltas. Si escuchamos un “tintineo” cuando el motor está al ralentí, deberemos llevar el coche a revisar con urgencia.
Si llega a producirse la avería y la distribución se sale de punto, lo más probable es que destrocemos parte del motor. al interferir el movimiento de las válvulas con el movimiento de los pistones. Es una lotería y la avería puede ser desde “poca cosa” a un coste de unos 6.000 euros, dependiendo del tipo de motor y la suerte que tengamos.
Como término medio, la avería suele rondar entre los 1.500 y 2.000 euros, así que es para tenerlo en cuenta.

Que un coche monte o no cadena de distribución se debe más a una cuestión de diseño y costes para la fabricación del motor, que por motivos de fiabilidad de un sistema u otro. Ambos son completamente válidos hoy día, pues al igual que la correa necesita ser sustituida cada equis kilómetros, la cadena también necesita mantener una serie de elementos en perfecto estado.
Sin embargo, tanto la cadena como la correa de distribución presentan una serie de ventajas y desventajas que pueden declinar la compra de un vehículo hacia un lado u otro.
Las ventajas de la correa de distribución son:
- Ahorro de costes para la marca. Fabricar la correa es mucho más económico que la cadena, por lo que es un elemento que valoran las firmas a la hora de diseñar y fabricar sus motores.
- Ruido. La correa está en continuo roce con los piñones metálicos a los que está unida por lo que al estar compuesta en su mayoría por goma, la transmisión de ruidos es menos problemática.
Las ventajas de la cadena de distribución son:
- Que una cadena se rompa es muy poco probable, pues al estar hecha de metal cuenta con una durabilidad mayor.